La etapa de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), que abarca desde los doce hasta los dieciséis años, es una etapa importante en el desarrollo del alumno ya que representa una transición clave entre la educación primaria y la educación postobligatoria. Durante la ESO, el alumno comienza a desarrollar habilidades más avanzadas en áreas como las matemáticas, las ciencias, las humanidades y las lenguas, lo que le permitirá afrontar desafíos académicos más complejos en el futuro.
Los profesores y familias deben trabajar juntos para asegurarse de que el alumno aprenda habilidades sociales y emocionales saludables, como la resolución de conflictos, la comunicación efectiva y la empatía.
Además, la ESO es un momento en que los alumnos comienzan a pensar en su futuro, lo que puede generar estrés y ansiedad. Por lo tanto, es importante que los profesores y familias brinden apoyo y orientación para ayudar al alumno a tomar decisiones informadas sobre su educación y carrera.